Una carrera para comentar fueron los 1000 metros del Clásico Fiestas Patrias, corrido este jueves 28 de julio en la pista de arena del Hipódromo de Monterrico. Por un lado, el progreso indiscutible de Good Shine, que siguió escalando posiciones y obtuvo la victoria más importante de su campaña, ganándole claramente a los mejores exponentes de la velocidad en Monterrico. Y por otro lado, la anodina actuación de Alado, que estuvo lejos de ser el caballo desequilibrante y excluyente que ganaba prácticamente sin oposición. Hoy Alado apenas pudo ocupar un incoloro tercer lugar que para un caballo de su nivel, sabe a fracaso. Vayamos por partes.
Alado llegaba a la carrera luego de su victoria en el Clásico América (Gr. 2). En dicha carrera, el hijo de Apprentice debió ganar sin problemas pero se angustió al final y Gran Rebelde casi lo pilla en la meta, ganando Alado por apenas medio pescuezo. Pero aquella vez, Alado tuvo la disculpa de haber largado mal, quedando último. Y eso en el kilómetro suele ser fatal. Pero Alado había tenido la clase de remontar semejante contratiempo para dominar las acciones, sintiendo el esfuerzo al final. Se habló en su momento de la clase del pupilo del stud Los Patitos para resolver a su favor una carrera que se le presentó cuesta arriba. Pero también abrió una interrogante: ¿no estaríamos asistiendo al inicio del ocaso de Alado? Al fin y al cabo, el castaño que alista Andrés Arredondo había tenido que superar una seria lesión sufrida en la recta internacional de Buenos Aires que por poco acaba con su campaña en las pistas. Especulaciones al margen, Alado llegaba a la presente prueba con aprontes de bandera, largando libre por fuera y enfrentando prácticamente al mismo lote. Salvo por Good Shine, que mediría fuerzas por primera vez con el primer lote de la velocidad de Monterrico.
¿Y quién era este Good Shine? Un americano que cronológicamente recién tiene tres años y medio –un potrillo, valgan verdades-, que se había ganado tres condicionales al hilo en la recta y que luego fue al hándicap y siendo gran favorito, perdió su invicto ante el siempre vigente Yamil Junior, un héroe de mil batallas que tiene el Manning. Así llegaba Good Shine al Clásico Fiestas Patrias, para enfrentar a Alado y compañía. Si bien se le mantenía el crédito por el nivel mostrado, ya no era –en el papel- ese retador ambicioso y serio que pintaba cuando aún se mantenía invicto. La pizarra lo decía todo: Good Shine pagaba 25 soles por boleto de 3.
Frente a ellos, una pareja del Jesmipa que en lo previo, y a gusto personal del cronista, eran el principal escollo de Alado. Por una parte Gran Rebelde, valiente y guerrero alazán que no iba a correr mal, y por otro lado, Chirón, eximio ligero al que corrían en la media distancia y al cual desde esta tribuna pedíamos a gritos llevarlo a la corta. Hoy incursionaba por primera vez en el kilómetro frente a los mejores e iba a decir su verdad. Veamos qué pasó en la carrera.
La punta fue para Toruk. El argentino del Soribel salió a repetir su libreto, repartiendo almanaques desde el vamos. Alado no pica mal esta vez, pero ya desde las primeras distancias se le veía lento, remolón, que le costaba seguir el ritmo. El que sí dio la cara de partida fue Chirón, que salió a perseguir a Toruk. Tercero corría Gran Rebelde, adelantando a Good Shine y Alado por fuera de todos. Al llegar al poste de los 500 metros, Toruk se mantenía firme adelante con casi tres cuerpos de ventaja y por momentos daba la impresión de traerse la carrera de un viaje. Porque Chirón no podía seguirlo y porque Alado, muy buscado por Mariano Arenas, no era el Alado de otras tardes y no lograba descontar. Pero el que sí empezaba a mejorar por el medio era Good Shine. Faltando 300 metros, Toruk seguía en la punta con dos cuerpos y cara de ganador. Good Shine ya había pasado al segundo lugar y a esas alturas ya se notaba que esta no era la tarde de Alado. En los últimos 150 metros, se para en seco Toruk y Good Shine por dentro lo iguala y domina. Del fondo, avanza Gruñón para pasar al segundo lugar. Good Shine pasa de largo y cruza la meta con cuerpo y medio a su favor sobre Gruñón, mientras que Alado solo pudo llegar tercero a tres cuerpos, adelantando a Gran Rebelde. Toruk se paró tanto que llegó sexto mientras que Chirón remató penúltimo.
¿Qué conclusiones podemos sacar luego de la carrera que acabamos de ver? En primer lugar, que no es broma lo hecho por Good Shine. Potrillo serio, en ascenso, hoy fue a la carrera dura y dio el salto, pasando el examen con nota superlativa. Teniendo en cuenta su edad, se le abre un futuro promisorio a este hijo de Sharp Humor que alista Roberto Salas para los colores del stud Los Pandy’s, que fue muy bien corrido por José Monteza.
Gruñón hizo una muy buena carrera, cumpliendo y en lo suyo. Se le presentó el desarrollo y no desaprovechó la oportunidad para avanzar al final y rescatar el placé.
En cuanto a Alado, ya es redundante decir que no estuvo en su mejor tarde. Pero si analizamos bien los números, fue superado por un potrillo en franco plan de ascenso, no tuvo problemas durante la carrera y adelantó a los de siempre: Gran Rebelde, Algarve, Toruk, El Vasco. Volvemos a preguntarnos, esta vez con mayor fundamento de causa, ¿fue una falsa carrera o ya estamos asistiendo al declive de Alado, ya con seis años a cuestas y una lesión muy seria que le costó mucho tiempo, paciencia y dedicación superar? Como siempre, el tiempo tendrá la palabra.
En cuanto a Chirón, nos desilusionó. Estuvo metido en la quemada desde el vamos, pero Toruk lo ligereó y luego desapareció este hijo de El Gringo.
El tiempo fue de 58” para los 1000 metros en pista de arena.
Alado llegaba a la carrera luego de su victoria en el Clásico América (Gr. 2). En dicha carrera, el hijo de Apprentice debió ganar sin problemas pero se angustió al final y Gran Rebelde casi lo pilla en la meta, ganando Alado por apenas medio pescuezo. Pero aquella vez, Alado tuvo la disculpa de haber largado mal, quedando último. Y eso en el kilómetro suele ser fatal. Pero Alado había tenido la clase de remontar semejante contratiempo para dominar las acciones, sintiendo el esfuerzo al final. Se habló en su momento de la clase del pupilo del stud Los Patitos para resolver a su favor una carrera que se le presentó cuesta arriba. Pero también abrió una interrogante: ¿no estaríamos asistiendo al inicio del ocaso de Alado? Al fin y al cabo, el castaño que alista Andrés Arredondo había tenido que superar una seria lesión sufrida en la recta internacional de Buenos Aires que por poco acaba con su campaña en las pistas. Especulaciones al margen, Alado llegaba a la presente prueba con aprontes de bandera, largando libre por fuera y enfrentando prácticamente al mismo lote. Salvo por Good Shine, que mediría fuerzas por primera vez con el primer lote de la velocidad de Monterrico.
¿Y quién era este Good Shine? Un americano que cronológicamente recién tiene tres años y medio –un potrillo, valgan verdades-, que se había ganado tres condicionales al hilo en la recta y que luego fue al hándicap y siendo gran favorito, perdió su invicto ante el siempre vigente Yamil Junior, un héroe de mil batallas que tiene el Manning. Así llegaba Good Shine al Clásico Fiestas Patrias, para enfrentar a Alado y compañía. Si bien se le mantenía el crédito por el nivel mostrado, ya no era –en el papel- ese retador ambicioso y serio que pintaba cuando aún se mantenía invicto. La pizarra lo decía todo: Good Shine pagaba 25 soles por boleto de 3.
Frente a ellos, una pareja del Jesmipa que en lo previo, y a gusto personal del cronista, eran el principal escollo de Alado. Por una parte Gran Rebelde, valiente y guerrero alazán que no iba a correr mal, y por otro lado, Chirón, eximio ligero al que corrían en la media distancia y al cual desde esta tribuna pedíamos a gritos llevarlo a la corta. Hoy incursionaba por primera vez en el kilómetro frente a los mejores e iba a decir su verdad. Veamos qué pasó en la carrera.
La punta fue para Toruk. El argentino del Soribel salió a repetir su libreto, repartiendo almanaques desde el vamos. Alado no pica mal esta vez, pero ya desde las primeras distancias se le veía lento, remolón, que le costaba seguir el ritmo. El que sí dio la cara de partida fue Chirón, que salió a perseguir a Toruk. Tercero corría Gran Rebelde, adelantando a Good Shine y Alado por fuera de todos. Al llegar al poste de los 500 metros, Toruk se mantenía firme adelante con casi tres cuerpos de ventaja y por momentos daba la impresión de traerse la carrera de un viaje. Porque Chirón no podía seguirlo y porque Alado, muy buscado por Mariano Arenas, no era el Alado de otras tardes y no lograba descontar. Pero el que sí empezaba a mejorar por el medio era Good Shine. Faltando 300 metros, Toruk seguía en la punta con dos cuerpos y cara de ganador. Good Shine ya había pasado al segundo lugar y a esas alturas ya se notaba que esta no era la tarde de Alado. En los últimos 150 metros, se para en seco Toruk y Good Shine por dentro lo iguala y domina. Del fondo, avanza Gruñón para pasar al segundo lugar. Good Shine pasa de largo y cruza la meta con cuerpo y medio a su favor sobre Gruñón, mientras que Alado solo pudo llegar tercero a tres cuerpos, adelantando a Gran Rebelde. Toruk se paró tanto que llegó sexto mientras que Chirón remató penúltimo.
¿Qué conclusiones podemos sacar luego de la carrera que acabamos de ver? En primer lugar, que no es broma lo hecho por Good Shine. Potrillo serio, en ascenso, hoy fue a la carrera dura y dio el salto, pasando el examen con nota superlativa. Teniendo en cuenta su edad, se le abre un futuro promisorio a este hijo de Sharp Humor que alista Roberto Salas para los colores del stud Los Pandy’s, que fue muy bien corrido por José Monteza.
Gruñón hizo una muy buena carrera, cumpliendo y en lo suyo. Se le presentó el desarrollo y no desaprovechó la oportunidad para avanzar al final y rescatar el placé.
En cuanto a Alado, ya es redundante decir que no estuvo en su mejor tarde. Pero si analizamos bien los números, fue superado por un potrillo en franco plan de ascenso, no tuvo problemas durante la carrera y adelantó a los de siempre: Gran Rebelde, Algarve, Toruk, El Vasco. Volvemos a preguntarnos, esta vez con mayor fundamento de causa, ¿fue una falsa carrera o ya estamos asistiendo al declive de Alado, ya con seis años a cuestas y una lesión muy seria que le costó mucho tiempo, paciencia y dedicación superar? Como siempre, el tiempo tendrá la palabra.
En cuanto a Chirón, nos desilusionó. Estuvo metido en la quemada desde el vamos, pero Toruk lo ligereó y luego desapareció este hijo de El Gringo.
El tiempo fue de 58” para los 1000 metros en pista de arena.
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