domingo, 10 de octubre de 2010

EL ENTERRADOR SE IMPUSO EN EL MARINA DE GUERRA DEL PERÚ


Un carrerón se ganó El Enterrador al imponerse en los 1500 metros del Clásico Marina de Guerra del Perú, que se corrió este domingo en la pista de césped del Hipódromo de Monterrico. No solamente cargó con el peso de la prueba, al salir a hacerle la carrera a su compañero de corral Al Dasawi, sino que se defendió con uñas y dientes y de paso, prolongó su invicto en el óvalo verde. El americano hijo de Devil His Due, que alista Juan Suárez para el stud Manning y que fue conducido por un inspirado Carlos Javier Herrera, derrotó por cabeza a su pareja Al Dasawi mientras que tercero encima -a medio cuerpo- remataba Buen Mar. Essien, que fue el cuarto, llegó un tanto desentendido del pleito.

Los números son contundentes. El Enterrador ha corrido tres veces en el pasto y las tres han sido victorias. Una en 1800 metros sobre Alazi. Otra en 1300 metros sobre el mismo Al Dasawi. Y esta última carrera, su primer triunfo clásico, justamente también sobre Al Dasawi. En lo previo, El Enterrador era el encargado de abrirle el camino a la atropellada de Al Dasawi, mas aún si se tenía en los programas a una puntera peligrosa como Piccola Pia. Sin embargo, El Enterrador superó todas las expectativas y continuó creciendo, siguió haciéndose importante y pisando fuerte. La próxima vez que sea inscrito, las miradas van a recaer sobre él.

La punta fue para Piccola Pia, pero El Enterrador salió decidido a cumplir su papel de perro de presa y no le dio tregua en ningún momento a la rosilla del stud El Derby. Fue una subida cargada de nervio, de presión, con una Piccola Pia haciendo gala de sus pasmosas ligerezas, correteada por un cancerbero implacable como El Enterrador. A tres cuerpos, en coche, venían Al Dasawi y Buen Mar, los dos claros candidatos de la carrera. Así giran la curva, con Piccola Pia pegada a la baranda, quemando sus naves, conservando medio cuerpo de ventaja sobre El Enterrador. A esas alturas, todos mirábamos a Al Dasawi, todos mirábamos a Buen Mar, inmejorablemente colocados. Desembocan al derecho, y Piccola Pia aún tiene fuerzas como para resistir valientemente. Pero ya El Enterrador la ha herido de muerte, y la tordilla se rinde faltando 250 metros. El Enterrador se queda solo en la punta y cuando viene la carga de Al Dasawi, Buen Mar y Essien, todo indicaba que la historia de El Enterrador en la carrera había terminado. Pero el zaino, guapo, guerrero, macho, todavía no había dicho su última palabra. Los últimos 150 metros son heroicos. El Enterrador, cayéndose a pedazos, se defiende del ataque de su compañero Al Dasawi, de la atropellada de Buen Mar y del avance de Essien por los palos. Cuando parece que El Enterrador va a ser rebalsado por los cuatro costados, Carlos Javier le pide el resto al hijo de Devil His Due y a punta de coraje, El Enterrador le mantiene una cabeza de ventaja a Al Dasawi al momento de cruzar el disco. Tercero encima Buen Mar delante de Essien.

De esta manera, El Enterrador consigue su primera victoria clásica con todos los méritos del mundo. Porque salió a exponer desde el vamos, fue el encargado de ablandar a esa punteraza que es Piccola Pia, y luego, se dio el lujo de ganar guapeando, mostrando clase, la principal virtud de un caballo de carrera. Aparte de mantenerse invicto en la pista de césped, el caballo está en pleno ascenso y con la solidez de los cuatro años recién cumplidos puede seguir escalando posiciones. Grata revelación por donde se le mire.

Al Dasawi ocupó el placé, corriendo bien pero estrellándose ante una pared que fue su pareja El Enterrador. Buen Mar fue otro que cumplió con su tercer puesto, aunque ya va acusando el trajín de las campañas y las facturas de las lesiones. Esperábamos un poco más de Essien que sólo pudo llegar cuarto. Del resto, Piccola Pia no pudo puntear y se anuló, mientras que Blasón ya no es el mismo de otras temporadas.


El tiempo fue de 1’27” para los 1500 metros en pista de césped.

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