Cuando vimos a Chispeao aparecer del fondo a mitad de la recta final, atropellando y pasando rivales como postes, pensamos que ya era demasiado tarde para el hijo de Sharaf. Que a lo sumo rescataría el placé. Porque Mago Feliz había escapado varios cuerpos al entrar al derecho, repitiendo la fórmula que le fue tan exitosa en el clásico anterior y sus parciales ya coreaban su triunfo. Porque era materialmente imposible que Chispeao lo pillara, faltando menos de 200 metros y habiendo tantos cuerpos de diferencia entre uno y otro. Pensé también que tal vez Berríos lo había traído muy atrás al pupilo de Félix Banda y que Padilla le había ganado a todos el quien vive con Mago Feliz al dominar antes de entrar al derecho. Pero lo que hizo Chispeao en los últimos 100 metros del Clásico Gustavo Prado Heudebert (Gr. 2) no fue correr. Fue volar. Literalmente dejó parado a Mago Feliz y terminó derrotándolo por más de un cuerpo, ubicándose de lleno en el plano estelar de los potrillos en el pasto.
Nos gustaba Chispeao en lo previo. El hermano menor de Dushanbe -un gran pastero que se nos fue precisamente esta semana-, ya había demostrado que lo suyo era el óvalo verde, ganando el Simón Bolívar. Pero lo llevaron a la Polla y Murjan lo dejó prácticamente fuera de poste. En su corral hicieron lo lógico: regresar al pasto y empezar desde abajo. Fue a la condicional y con contratiempos hizo una gran carrera escoltando a Big Tiger en 1800 metros. Ahora estaba más puesto, tenía todo el derecho a seguir mejorando y le habían traído al jinete chileno Héctor Isaac Berríos, reciente ganador del Latinoamericano con Belle Watling y monta de confianza de su ecurie en las carreras grandes. Pero al frente estaba precisamente Big Tiger, un Jaguar on the Run que parecía haberse destapado en la grama, y también este Mago Feliz, que había dado un batacazo espectacular cuando dejó mudo a todo el hipódromo al imponerse cómodamente en el Claudio Fernández Concha. Junto a ellos, un lote compacto de potrillos como Bucéfalo, Berlusconi y Mario Alonso, probados grameros. Era una linda carrera en el papel y a la hora de la verdad, las expectativas se cumplieron-
La punta fue para Sarkozy, seguido de Mago Feliz, Chispeao, Bucéfalo y Big Tiger. Al pasar por primera vez frente a la meta, era evidente cómo Berríos traía muy contemplado a Chispeao, quitándole toda intención a pesar de haberse llegado a colocar tercero en las primeras distancias. En la recta del frente, Sarkozy continuaba haciendo su juego adelante seguido de Mago Feliz, cuyo jinete calcaba la estrategia que tan bien le había funcionado al hijo de Mago Nativo en su anterior carrera. Tercero corría Big Tiger, muy bien traído por Trujillo, delante de Bucéfalo. En otro grupo lo hacían Chispeao, Mario Alonso, Berlusconi y Mar de Copas. Al iniciar la curva final, Padilla lanza a Mago Feliz que se va sobre Sarkozy y lo domina sin oposición. Trujillo busca a Big Tiger y el pupilo de Roberto Salas pasa al segundo lugar. A esas alturas, Chispeao venía penúltimo, adelantando únicamente a Mar de Copas. Así desembocan al derecho, con Mago Feliz adelante, dos cuerpos de ventaja sobre un Big Tiger que exigido a fondo por Trujillo no podía descontar. Faltando 300 metros, hay que ser francos, Mago Feliz tenía la victoria en el bolsillo. Traía totalmente controlado a Big Tiger y del resto el único que recién aparecía, muy tarde ya, era Chispeao. Sin embargo, en los últimos 200 metros la carrera da un vuelco. Mago Feliz siempre adelante, cuatro largos cuerpos, pero ya Chispeao había pasado resueltamente al segundo lugar y se iba a buscar al puntero, comiéndose la cancha en cada brazada. Faltando 100 todavía ganaba Mago Feliz, la ventaja que había sacado era tal que parecía que Chispeao sólo le pondría emoción a los últimos metros. Pero nadie pensaba que el alazán del stud El Castillo sería un avión en los últimos 50 metros. De un par de saltos alcanza increíblemente a Mago Feliz y lo deja parado para ganarlo por un cuerpo y un cuarto, según el resultado oficial. Tercero, ya desentendido, remató Berlusconi delante de Big Tiger que se quedó sin atropellada.
¿Qué puede decirse luego de esta electrizante atropellada de Chispeao, que cambió todo en los últimos 50 metros? Primero que nada, nuestros respetos para Berríos. Hace un par de años fuimos muy críticos con el látigo chileno cuando –siempre a nuestro juicio-, regaló el Derby con el favorito Pechito al apurarse en el poste de los 1700 metros y caer batido apenas por cabeza ante una leona como Lady Shatzi. Pero Berríos ha madurado como jockey, es mucho más jinete y hoy volvió a demostrarlo. No hay que ser mezquinos y debemos reconocer que con Chispeao la atinó de lleno, ganándose lo que llamamos aquí un verdadero carrerón. No por algo Berríos viene de ganarse nada menos que el Latino con la campeona chilena Belle Watling en el Club Hípico de Santiago.
Por otro lado, hablemos de Chispeao. El stud El Castillo tiene como para soñar en grandes cosas con este hijo de Sharaf, notable padrillo peruano al que le han puesto muy pocas yeguas pero que ha demostrado estar más que a la altura de las circunstancias. Los 2400 metros del Clásico Postín a correrse en un mes pueden servirle perfectamente de trampolín para lo que será el Gran Premio Internacional Carlos Pellegrini a disputarse en el mes de diciembre, sobre ese espejo verde que es la pista de césped del Hipódromo de San Isidro, en Buenos Aires, Argentina. Chispeao tiene pulmón, tiene potencia, pero sobre todo clase (la mayor virtud en un caballo de carrera). Y con los tres años recién cumplidos, con todo el derecho del mundo a seguir buscando más gloria.
Del resto, Mago Feliz hizo una gran carrera, sólo que se estrelló ante un potrillo que simplemente fue superior. Quizás por ahí podría decirse que Padilla se apresuró un poco más de la cuenta al entrar a dominar en plena curva y no esperar el derecho. Pero en defensa de Benjamín está el hecho de que con ese mismo libreto de sorprender en la curva para entrar al derecho habiendo escapado varios cuerpos, se había anotado con total justicia el clásico anterior. Asimismo, tal como se dieron las cosas, nos da la impresión de que a Chispeao hoy no lo ganaba nadie. Aún así, Mago Feliz demostró que no fue ninguna casualidad su triunfo anterior y que es otro potrillo de respeto que está para seguir progresando en el futuro. Del resto, Berlusconi cumplió con su tercer lugar y lamentablemente Big Tiger no pudo dar el salto.
Nos gustaba Chispeao en lo previo. El hermano menor de Dushanbe -un gran pastero que se nos fue precisamente esta semana-, ya había demostrado que lo suyo era el óvalo verde, ganando el Simón Bolívar. Pero lo llevaron a la Polla y Murjan lo dejó prácticamente fuera de poste. En su corral hicieron lo lógico: regresar al pasto y empezar desde abajo. Fue a la condicional y con contratiempos hizo una gran carrera escoltando a Big Tiger en 1800 metros. Ahora estaba más puesto, tenía todo el derecho a seguir mejorando y le habían traído al jinete chileno Héctor Isaac Berríos, reciente ganador del Latinoamericano con Belle Watling y monta de confianza de su ecurie en las carreras grandes. Pero al frente estaba precisamente Big Tiger, un Jaguar on the Run que parecía haberse destapado en la grama, y también este Mago Feliz, que había dado un batacazo espectacular cuando dejó mudo a todo el hipódromo al imponerse cómodamente en el Claudio Fernández Concha. Junto a ellos, un lote compacto de potrillos como Bucéfalo, Berlusconi y Mario Alonso, probados grameros. Era una linda carrera en el papel y a la hora de la verdad, las expectativas se cumplieron-
La punta fue para Sarkozy, seguido de Mago Feliz, Chispeao, Bucéfalo y Big Tiger. Al pasar por primera vez frente a la meta, era evidente cómo Berríos traía muy contemplado a Chispeao, quitándole toda intención a pesar de haberse llegado a colocar tercero en las primeras distancias. En la recta del frente, Sarkozy continuaba haciendo su juego adelante seguido de Mago Feliz, cuyo jinete calcaba la estrategia que tan bien le había funcionado al hijo de Mago Nativo en su anterior carrera. Tercero corría Big Tiger, muy bien traído por Trujillo, delante de Bucéfalo. En otro grupo lo hacían Chispeao, Mario Alonso, Berlusconi y Mar de Copas. Al iniciar la curva final, Padilla lanza a Mago Feliz que se va sobre Sarkozy y lo domina sin oposición. Trujillo busca a Big Tiger y el pupilo de Roberto Salas pasa al segundo lugar. A esas alturas, Chispeao venía penúltimo, adelantando únicamente a Mar de Copas. Así desembocan al derecho, con Mago Feliz adelante, dos cuerpos de ventaja sobre un Big Tiger que exigido a fondo por Trujillo no podía descontar. Faltando 300 metros, hay que ser francos, Mago Feliz tenía la victoria en el bolsillo. Traía totalmente controlado a Big Tiger y del resto el único que recién aparecía, muy tarde ya, era Chispeao. Sin embargo, en los últimos 200 metros la carrera da un vuelco. Mago Feliz siempre adelante, cuatro largos cuerpos, pero ya Chispeao había pasado resueltamente al segundo lugar y se iba a buscar al puntero, comiéndose la cancha en cada brazada. Faltando 100 todavía ganaba Mago Feliz, la ventaja que había sacado era tal que parecía que Chispeao sólo le pondría emoción a los últimos metros. Pero nadie pensaba que el alazán del stud El Castillo sería un avión en los últimos 50 metros. De un par de saltos alcanza increíblemente a Mago Feliz y lo deja parado para ganarlo por un cuerpo y un cuarto, según el resultado oficial. Tercero, ya desentendido, remató Berlusconi delante de Big Tiger que se quedó sin atropellada.
¿Qué puede decirse luego de esta electrizante atropellada de Chispeao, que cambió todo en los últimos 50 metros? Primero que nada, nuestros respetos para Berríos. Hace un par de años fuimos muy críticos con el látigo chileno cuando –siempre a nuestro juicio-, regaló el Derby con el favorito Pechito al apurarse en el poste de los 1700 metros y caer batido apenas por cabeza ante una leona como Lady Shatzi. Pero Berríos ha madurado como jockey, es mucho más jinete y hoy volvió a demostrarlo. No hay que ser mezquinos y debemos reconocer que con Chispeao la atinó de lleno, ganándose lo que llamamos aquí un verdadero carrerón. No por algo Berríos viene de ganarse nada menos que el Latino con la campeona chilena Belle Watling en el Club Hípico de Santiago.
Por otro lado, hablemos de Chispeao. El stud El Castillo tiene como para soñar en grandes cosas con este hijo de Sharaf, notable padrillo peruano al que le han puesto muy pocas yeguas pero que ha demostrado estar más que a la altura de las circunstancias. Los 2400 metros del Clásico Postín a correrse en un mes pueden servirle perfectamente de trampolín para lo que será el Gran Premio Internacional Carlos Pellegrini a disputarse en el mes de diciembre, sobre ese espejo verde que es la pista de césped del Hipódromo de San Isidro, en Buenos Aires, Argentina. Chispeao tiene pulmón, tiene potencia, pero sobre todo clase (la mayor virtud en un caballo de carrera). Y con los tres años recién cumplidos, con todo el derecho del mundo a seguir buscando más gloria.
Del resto, Mago Feliz hizo una gran carrera, sólo que se estrelló ante un potrillo que simplemente fue superior. Quizás por ahí podría decirse que Padilla se apresuró un poco más de la cuenta al entrar a dominar en plena curva y no esperar el derecho. Pero en defensa de Benjamín está el hecho de que con ese mismo libreto de sorprender en la curva para entrar al derecho habiendo escapado varios cuerpos, se había anotado con total justicia el clásico anterior. Asimismo, tal como se dieron las cosas, nos da la impresión de que a Chispeao hoy no lo ganaba nadie. Aún así, Mago Feliz demostró que no fue ninguna casualidad su triunfo anterior y que es otro potrillo de respeto que está para seguir progresando en el futuro. Del resto, Berlusconi cumplió con su tercer lugar y lamentablemente Big Tiger no pudo dar el salto.
El tiempo fue de 2’02”3/5 para los 2000 metros en la pista de césped.
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