Cuando todo hacía pensar que íbamos a presenciar un duelo entre Akram y Gran Rebelde por el cetro de la corta en Monterrico, los mil metros del Clásico República Federativa del Brasil terminaron consagrando sorpresivamente a El Vasco. Caballo veterano, poco corrido por sus bajos casi de cristal, este hijo de En Tete que vino importado en vientre y nació y se crió en el Haras Gina-Santa Rosa logró así el primer triunfo clásico de su campaña, dándole un justísimo premio a su preparador Nilton Valdivia, todo un especialista en este tipo de caballos delicados. Porque hay que decirlo, El Vasco corre cuando sus manos le dan permiso. Pero vayamos por partes.
Ausentes Talentoso y Ole Pegasus, y sin contar a los grameros que van a Chile, aquí estaba lo mejor de la velocidad hoy por hoy en Monterrico. Por un lado, un Akram agrandado que había encontrado en la recta la distancia ideal para sus medios corredores. Y por otro lado, el siempre vigente Gran Rebelde, que tras su victoria en los 1200 metros del República de Uruguay, regresaba al kilómetro a tratar de completar una asignatura pendiente en su brillante campaña. Sin embargo, a la hora de la verdad, Akram partió mal y estuvo irreconocible mientras que Gran Rebelde sólo pudo salvar el placé en los últimos saltos. Los aplausos fueron todos para El Vasco.
Al darse la partida, Akram no da bien el primer salto y luego choca con Príamo, quedando desairado. Ese tipo de ventajas en la recta suelen ser fatales cuando las fuerzas son parejas y esta vez no fue la excepción. Borrado Akram del mapa, Zurich y Luxemburgo pelearon la punta desde el vamos, seguidos por Gran Rebelde, Pepe El Tío y El Vasco. Hay un momento clave en la carrera, a la altura de los primeros 300 metros, cuando Zurich y Pepe El Tío por poco dejan sin sitio a El Vasco. Pero Rafael Fernández nunca le perdió la fe al pupilo del Dos Reyes, logrando salir del embudo a base de remar sin desmayar. Así llegan al poste de los 500 metros, con Zurich y Luxemburgo peleando cabeza a cabeza, y encima, prendido, El Vasco. A esas alturas, Gran Rebelde, buscado a fondo por Monteza, no podía seguir el ritmo impuesto por los punteros. Faltando 300, el primero en morir es Zurich, quedando Luxemburgo adelante pero de inmediato le cae El Vasco por dentro. Gran Rebelde ya estaba tercero, arrimándose. El Vasco domina las acciones faltando 100 y de ahí a la meta logra sacarle un par de largos a Gran Rebelde, que en la raya le quita el placé a Luxemburgo. Cuarto, sin asustar en ningún momento, arribó Creole.
De esta manera El Vasco se adueñó por el momento del título de la velocidad en Monterrico. El hermano mayor de la coronada Rihanna venía de ser segundo del mismo Gran Rebelde en 1200 metros, corriendo siempre colocado. Ahora, en la recta y con sus dolamas de lado, pudo darse el lujo de lograr su primera victoria clásica a la edad de 7 años. Y pensar que este castaño es de la misma generación de Muller, Deepak, Polizonte y Allianz Arena, por citar algunos nombres. Calidad y clase le sobran a borbotones. Lástima que sea de cristal, como apuntamos líneas arriba.
Gran Rebelde cumplió, rescatando un segundo puesto empujado por su nobleza y coraje. Tal parece que la distancia ideal del hijo de Apprentice son los 1200 metros, con una curva larga que le permite desarrollar al máximo su remate final. Pero cuando baja a la recta, donde todo es explosión desde el primer grito, a Gran Rebelde le cueste meterse en carrera. Siempre lo logra, pero muchas veces cuando todo ya está definido, como cuando Alado se le adelantó en el América del 2009.
Luxemburgo fue buen tercero, salvando la parada en su primera incursión en el lote estelar de la velocidad. Del resto, Akram buscará rehabilitarse en una próxima oportunidad, cuando no existan excusas.
El tiempo fue de 57”3/5 para los 1000 metros en arena.
Ausentes Talentoso y Ole Pegasus, y sin contar a los grameros que van a Chile, aquí estaba lo mejor de la velocidad hoy por hoy en Monterrico. Por un lado, un Akram agrandado que había encontrado en la recta la distancia ideal para sus medios corredores. Y por otro lado, el siempre vigente Gran Rebelde, que tras su victoria en los 1200 metros del República de Uruguay, regresaba al kilómetro a tratar de completar una asignatura pendiente en su brillante campaña. Sin embargo, a la hora de la verdad, Akram partió mal y estuvo irreconocible mientras que Gran Rebelde sólo pudo salvar el placé en los últimos saltos. Los aplausos fueron todos para El Vasco.
Al darse la partida, Akram no da bien el primer salto y luego choca con Príamo, quedando desairado. Ese tipo de ventajas en la recta suelen ser fatales cuando las fuerzas son parejas y esta vez no fue la excepción. Borrado Akram del mapa, Zurich y Luxemburgo pelearon la punta desde el vamos, seguidos por Gran Rebelde, Pepe El Tío y El Vasco. Hay un momento clave en la carrera, a la altura de los primeros 300 metros, cuando Zurich y Pepe El Tío por poco dejan sin sitio a El Vasco. Pero Rafael Fernández nunca le perdió la fe al pupilo del Dos Reyes, logrando salir del embudo a base de remar sin desmayar. Así llegan al poste de los 500 metros, con Zurich y Luxemburgo peleando cabeza a cabeza, y encima, prendido, El Vasco. A esas alturas, Gran Rebelde, buscado a fondo por Monteza, no podía seguir el ritmo impuesto por los punteros. Faltando 300, el primero en morir es Zurich, quedando Luxemburgo adelante pero de inmediato le cae El Vasco por dentro. Gran Rebelde ya estaba tercero, arrimándose. El Vasco domina las acciones faltando 100 y de ahí a la meta logra sacarle un par de largos a Gran Rebelde, que en la raya le quita el placé a Luxemburgo. Cuarto, sin asustar en ningún momento, arribó Creole.
De esta manera El Vasco se adueñó por el momento del título de la velocidad en Monterrico. El hermano mayor de la coronada Rihanna venía de ser segundo del mismo Gran Rebelde en 1200 metros, corriendo siempre colocado. Ahora, en la recta y con sus dolamas de lado, pudo darse el lujo de lograr su primera victoria clásica a la edad de 7 años. Y pensar que este castaño es de la misma generación de Muller, Deepak, Polizonte y Allianz Arena, por citar algunos nombres. Calidad y clase le sobran a borbotones. Lástima que sea de cristal, como apuntamos líneas arriba.
Gran Rebelde cumplió, rescatando un segundo puesto empujado por su nobleza y coraje. Tal parece que la distancia ideal del hijo de Apprentice son los 1200 metros, con una curva larga que le permite desarrollar al máximo su remate final. Pero cuando baja a la recta, donde todo es explosión desde el primer grito, a Gran Rebelde le cueste meterse en carrera. Siempre lo logra, pero muchas veces cuando todo ya está definido, como cuando Alado se le adelantó en el América del 2009.
Luxemburgo fue buen tercero, salvando la parada en su primera incursión en el lote estelar de la velocidad. Del resto, Akram buscará rehabilitarse en una próxima oportunidad, cuando no existan excusas.
El tiempo fue de 57”3/5 para los 1000 metros en arena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario