Valgan verdades: si había un caballo, entre todos los anotados en el Clásico Ciudad de Lima, que podía representar a la hípica peruana con reales posibilidades de éxito en el próximo Latino a correrse en Buenos Aires, era justamente Bradock. Porque el hijo de Keseff ya le había ganado a todos los que enfrentaba y porque había demostrado, estando sano, ser superior. Este domingo, la laboriosa victoria del tordillo del stud Myrna, sin pedirle permiso a nadie y llegando a la prueba apurado en su entrenamiento, hizo justicia en el óvalo verde del Hipódromo de Monterrico: ganó el mejor, algo que en la hípica siempre es lo más importante. Y tenemos un representante de lujo como para ir cargados de ilusiones a Argentina.
Bradock llegaba apremiado a la competencia. El tiempo le había quedado corto a Jorge Salas y tuvo los días apretados para sacar al tordillo diez puntos, en una carrera complicada y con un solo cupo en juego. Pero era el mismo Bradock que siendo aún potrillo, fue llevado a Buenos Aires para llegar muy buen cuarto en el Pellegrini del 2009. Era el Bradock que había regresado en febrero del 2010 para ganar el Baldomero Aspíllaga y clasificar al Latino que se iba a correr en marzo en Chile y que se postergó por el terremoto en el país sureño. Era el Bradock que luego le había ganado primero a Soros y luego a Zeide Isaac, fíjense nomás esos nombres. Y era el mismo Bradock que, corriendo con problemas, entró tercero de Soros y Al Kadir, clasificando en el terceto que nos iba a representar al Latino de Santiago que se corrió en seitembre. Vino el problema en la entrecuerda y el tordillo tuvo que irse al descanso. En su tienda se olvidaron del Pellegrini y enfilaron todas las baterías al Ciudad de Lima, pensando en el Latino. Los resultados no pudieron ser mejores.
Fue una carrera con verdad, como decía el maestro Robalca. Y decimos esto porque se corrió poniendo toda la carne en el asador, sin medias tintas ni especulaciones. De ahí que el triunfo de Bradock debe ser valorado en su real magnitud. Salustino salió a tomar la punta, fiel a su libreto. En su persecución se colocó Capitán Futuro, delante de Zeide Isaac cuyo jinete lo trajo sofrenado, bien cortas las riendas. Y más atrás, Bradock, de la mano con Tiro al Blanco. Así pasaron por primera vez frente a la meta, con Salustino enseñando el camino. A esas alturas ya podía distinguirse claramente dos grupos. Por un lado los de vanguardia, encabezados por Salustino, Capitán Futuro, Zeide Isaac, Bradock y Tiro al Blanco. Y a cinco cuerpos, el pelotón de los demás. En la recta del frente, faltando 1000, Capitán Futuro domina a Salustino cuyo jinete no quiere pelear. A dos cuerpos tercero corría Zeide Isaac. Y a igual distancia, cuarto Bradock. Del resto, tanto Buen Mar como Farushenko venían corriendo muy bien colocados, a la expectativa y esperando tan sólo el derecho. En plena curva, Salustino carga sobre Capitán Futuro que no se rinde. Zeide Isaac gira abierto y se lleva hasta media cancha a Bradock que desemboca al derecho por una quinta o sexta línea. Ya en la recta final, las cartas estaban echadas. Salustino había dominado a Capitán Futuro, Zeide Isaac no tenía remate y el único que traía fuerzas era Bradock. Bradock domina faltando 300 metros, y cuando parece que el nieto de El Duce va a mandarse mudar, aparecen los atropelladores. Primero Buen Mar, por los palos, y luego Farushenko, volando por fuera. Pero Carlos Trujillo le pide el esfuerzo a Bradock y el tordillo responde, para guapear en los últimos 150 metros y contener la violenta arremetida final de Farushenko, que llegó a menos de un cuerpo. Tercero siempre Buen Mar delante de Cubillas.
Como dijimos líneas arriba, ganó el mejor y debemos estar contentos. Bradock sacó su pasaporte para representarnos en el Latino que se correrá el próximo sábado 12 de marzo en el Hipódromo de San Isidro, en Buenos Aires, Argentina. Hoy, el tordillo demostró que está hecho para las grandes tardes. En su tienda saben cómo enfrentar los retos que implica un internacional fuera del Perú. Bradock irá a un escenario que ya conoce y lo hará con la consolidación física de los cuatro años. Ojalá se mantenga sano y será la principal carta peruana en la cita latinoamericana.
Del resto, cada uno estuvo en lo suyo. Farushenko, muy bien corrido por Talaverano, apareció como un fantasma en los metros de la definición, reclamando mayor distancia. Buen Mar, ratificando su gran estado, hizo un amago faltando 200 metros, pero tuvo que reconocer la superioridad de Buen Mar. Y Cubillas confirmó su parejo rendimiento al entrar cuarto. Del resto, Zeide Isaac ya está sintiendo la durísima campaña y Capitán Futuro pagó cara la osadía de su gente de enfrentarlo en este lote durísimo sin haber cumplido cronológicamente los tres años. Dicho esto, con la mejor intención, se entiende.
El tiempo fue de 2’01”1/5 para los 2000 metros en pista de césped.
Bradock llegaba apremiado a la competencia. El tiempo le había quedado corto a Jorge Salas y tuvo los días apretados para sacar al tordillo diez puntos, en una carrera complicada y con un solo cupo en juego. Pero era el mismo Bradock que siendo aún potrillo, fue llevado a Buenos Aires para llegar muy buen cuarto en el Pellegrini del 2009. Era el Bradock que había regresado en febrero del 2010 para ganar el Baldomero Aspíllaga y clasificar al Latino que se iba a correr en marzo en Chile y que se postergó por el terremoto en el país sureño. Era el Bradock que luego le había ganado primero a Soros y luego a Zeide Isaac, fíjense nomás esos nombres. Y era el mismo Bradock que, corriendo con problemas, entró tercero de Soros y Al Kadir, clasificando en el terceto que nos iba a representar al Latino de Santiago que se corrió en seitembre. Vino el problema en la entrecuerda y el tordillo tuvo que irse al descanso. En su tienda se olvidaron del Pellegrini y enfilaron todas las baterías al Ciudad de Lima, pensando en el Latino. Los resultados no pudieron ser mejores.
Fue una carrera con verdad, como decía el maestro Robalca. Y decimos esto porque se corrió poniendo toda la carne en el asador, sin medias tintas ni especulaciones. De ahí que el triunfo de Bradock debe ser valorado en su real magnitud. Salustino salió a tomar la punta, fiel a su libreto. En su persecución se colocó Capitán Futuro, delante de Zeide Isaac cuyo jinete lo trajo sofrenado, bien cortas las riendas. Y más atrás, Bradock, de la mano con Tiro al Blanco. Así pasaron por primera vez frente a la meta, con Salustino enseñando el camino. A esas alturas ya podía distinguirse claramente dos grupos. Por un lado los de vanguardia, encabezados por Salustino, Capitán Futuro, Zeide Isaac, Bradock y Tiro al Blanco. Y a cinco cuerpos, el pelotón de los demás. En la recta del frente, faltando 1000, Capitán Futuro domina a Salustino cuyo jinete no quiere pelear. A dos cuerpos tercero corría Zeide Isaac. Y a igual distancia, cuarto Bradock. Del resto, tanto Buen Mar como Farushenko venían corriendo muy bien colocados, a la expectativa y esperando tan sólo el derecho. En plena curva, Salustino carga sobre Capitán Futuro que no se rinde. Zeide Isaac gira abierto y se lleva hasta media cancha a Bradock que desemboca al derecho por una quinta o sexta línea. Ya en la recta final, las cartas estaban echadas. Salustino había dominado a Capitán Futuro, Zeide Isaac no tenía remate y el único que traía fuerzas era Bradock. Bradock domina faltando 300 metros, y cuando parece que el nieto de El Duce va a mandarse mudar, aparecen los atropelladores. Primero Buen Mar, por los palos, y luego Farushenko, volando por fuera. Pero Carlos Trujillo le pide el esfuerzo a Bradock y el tordillo responde, para guapear en los últimos 150 metros y contener la violenta arremetida final de Farushenko, que llegó a menos de un cuerpo. Tercero siempre Buen Mar delante de Cubillas.
Como dijimos líneas arriba, ganó el mejor y debemos estar contentos. Bradock sacó su pasaporte para representarnos en el Latino que se correrá el próximo sábado 12 de marzo en el Hipódromo de San Isidro, en Buenos Aires, Argentina. Hoy, el tordillo demostró que está hecho para las grandes tardes. En su tienda saben cómo enfrentar los retos que implica un internacional fuera del Perú. Bradock irá a un escenario que ya conoce y lo hará con la consolidación física de los cuatro años. Ojalá se mantenga sano y será la principal carta peruana en la cita latinoamericana.
Del resto, cada uno estuvo en lo suyo. Farushenko, muy bien corrido por Talaverano, apareció como un fantasma en los metros de la definición, reclamando mayor distancia. Buen Mar, ratificando su gran estado, hizo un amago faltando 200 metros, pero tuvo que reconocer la superioridad de Buen Mar. Y Cubillas confirmó su parejo rendimiento al entrar cuarto. Del resto, Zeide Isaac ya está sintiendo la durísima campaña y Capitán Futuro pagó cara la osadía de su gente de enfrentarlo en este lote durísimo sin haber cumplido cronológicamente los tres años. Dicho esto, con la mejor intención, se entiende.
El tiempo fue de 2’01”1/5 para los 2000 metros en pista de césped.
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