domingo, 30 de octubre de 2011

ALMUDENA LE GANÓ A CALYPSO EN EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA (Gr. 2)


Una sorpresiva victoria obtuvo este domingo la yegua Almudena, cuando tomó la punta, falseó el tren y se volvió inalcanzable en los 2400 metros del Clásico Presidente de la República (Gr. 2), sacando su pasaporte para ir a correr el Pellegrini del próximo mes de diciembre en Buenos Aires, Argentina. La hija de Silver Planet, magníficamente corrida por Carlos Javier Herrera que la atinó al llevarla a la punta del lote, derrotó por poco más de un cuerpo al favorito Calypso, cuyo jinete presentó reclamo. Tercero, mirando de lejos, remató Chispeao.

Ante la ausencia de Bradock, la carrera giraba en lo que podía hacer Calypso. El hijo de Privately Held venía de ganarle de correr a correr precisamente al mismísimo Bradock en los 2000 metros del Clásico Almirante Miguel Grau (Gr. 2), y antes había llegado tarde a la cita para terminar escoltando a Bucher en los 2200 metros del Clásico República de Chile. Por si todo ello fuese poco, Calypso había sido el inobjetable ganador en los 3000 metros del Clásico Santorín (Gr. 3), la carrera de mayor recorrido del calendario hípico peruano. Calypso era sin duda la figura, pero tenía al frente a un Bucher que ya lo había derrotado y era la esperanza del Myrna, caballeriza especialista en viajes con triunfos. También estaba Chispeao, cada vez mucho más puesto, y una yegua como Almudena, que en el papel pasaba un tanto desapercibida. Frente a las de su sexo había mostrado condiciones, pero en sus útimas perdía por estricto factor desarrollo. En su corral le mantuvieron una fe ciega y la inscribieron. Los resultados no pudieron ser mejores.

No habían ligeros y de eso aprovechó Carlos Javier Herrera para llevar a la única yegua de la carrera a la punta del lote. Almudena impuso un tren cómodo y muy fácil, sin presión. En las primeras distancias, Bucher vino corriendo segundo, seguido de Calypso. Cuarto venía Berlusconi delante de Chispeao que cerraba la marcha. Sin variantes pasan por primera vez frente a la meta y ya en la recta del frente, Almudena se había disparado. El tren era tan lento y Almudena venía tan fácil con seis o siete cuerpos de ventaja, que ya desde las tribunas se podía prever que la puntera iba a ser peligrosa en los metros de la definición. En el poste de los 1000 metros, Víctor Fernández comprende que tiene que ir a buscar con Calypso a la puntera y pasa al segundo puesto, yéndose en pos de Almudena. Carlos Javier Herrera ya le había dado un respiro a Almudena y las distancias se habían acortado. Giran la última curva con Almudena enseñando el camino y Calypso se ubicaba a cuerpo y medio por fuera. Tercero por los palos Berlusconi delante de Bucher y Chispeao. Al desembocar al derecho, Almudena se abre pero con luz suficiente y ello hace que el jinete de Calypso dude por unos segundos y luego decida largar por dentro. Ahí podemos decir que se definió la carrera. Porque un caballo tiene que ser muy superior o muy valiente para pasar de largo por los palos. Y porque Almudena, largada a fondo por su jinete, estaba entera e iba a dar batalla hasta el final. Y así sucedió. Los últimos 350 metros fueron larguísimos para Almudena, pero la yegua tuvo la clase suficiente como para aguantarle la atropellada a Calypso y neutralizarlo. En los últimos 100, ya Calypso no podía ganarla. Finalmente, fue poco más de un cuerpo de luz la ventaja con la que Almudena cruzó la sentencia.

De esta manera, Almudena se da el lujo de ganarle a los machos y es la primera clasificada para representar a la hípica peruana en el Carlos Pellegrini de Argentina. Además, les dio por completo la razón a sus allegados, que siempre confiaron en ella. Ahora bien, es cierto que no hubo tren y que las cosas en Buenos Aires, con más de veinte caballos en la gatera, serán completamente distintos. Pero ahí está el reto.

Calypso perdió por estricto factor suerte. Su jinete reclamó pero el cambio de línea de Almudena al entrar al derecho fue con luz suficiente. Quizás Víctor Fernández debió quedarse por fuera. En todo caso, no sale de la escena este pupilo del stud Altamar. Del resto poco hay que decir.

El tiempo fue de 2’28”1/5 para los 2400 metros en pista de césped.

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