domingo, 6 de marzo de 2011

MAR NEGRO LIGEREÓ A GEORGUI LUI EN EL CLÁSICO GALENO


Lo que parecía imposible sucedió. El zaino Mar Negro cortó la impresionante racha de triunfos del tordillo Georgui Lui y en un impecable punta a punta terminó oponiéndosele al gran favorito, demostrando que en la hípica nada está dicho en el papel. Esta tarde, en la milla del Clásico Galeno, Mar Negro continuó progresando a pasos agigantados y se dio el lujo de adelantar por casi tres cuerpos al mejor mediofondista del momento en el Hipódromo de Monterrico. Tercero encima remató Paiján, delante de un Mukhtar que reapareció sin suerte.

La carrera parecía servida en bandeja para Georgui Lui. Tenía siete victorias consecutivas, el lote era prácticamente el mismo, contaba con la ayuda de su pareja Paso Firme y había acaparado la totalidad de los votos de la cátedra periodística. Todo indicaba que Georgui Lui brindaría otra exhibición de sus medios corredores. Sin embargo, en la hípica existe un axioma que por muy evidente a veces pasa desapercibido: carreras son carreras y hay que correrlas para ganarlas. En la partida estaba inscrito un caballo como Mar Negro, que hasta noviembre del año pasado era un cuatro años ganador de 3 carreras, que corría sin mayor trascendencia en sus condicionales. Hasta que llegó a las manos de Eduardo Pianezzi, quien encontró la llave del éxito para este americano, y literalmente transformó al hijo de Bernstein. Se ganó cuatro hándicaps al hilo y luego fue al pasto y entró tercero de Retinto en el Clásico Río Pallanga. Pero una cosa era correr con Kaoru, Essien y Grongo y otra muy distinta era medirse con Georgui Lui. Hoy Mar Negro se olvidó de pergaminos, hizo su juego en la punta y redujo la carrera a un final de ligerezas, en donde terminó guapeando y mandando.

¿Qué pasó en la carrera? Mar Negro salió disparado a tomar la punta ni bien se abrieron las celdas del partidor. Era lo previsible, dado la modalidad de correr del zaino del stud Papo’s. Pero mientras Mar Negro tomaba impecablemente el comando del lote, Paso Firme (pareja de Georgui Lui) no picó bien y ya tuvo que ser muy buscado por Iván Quispe para ponerle caballo al puntero. Mar Negro no tuvo ningún problema con Paso Firme, que pudo seguirlo sólo hasta el poste de los 1000 metros. Mientras tanto, el favorito Georgui Lui, lejos de venir tercero en palco, se complicaba innecesariamente en la subida, corriendo cuarto detrás de Job, abriéndose hasta una cuarta o quinta línea. Al llegar a la curva, ya podía anticiparse que Mar Negro podría ser peligroso. Porque el zaino corría libre adelante, mientras que Georgui Lui tenía que porfiar por fuera de todos para ponerse a tiro. Desembocan al derecho con Mar Negro firme en la punta, tres cuerpos sobre un Georgui Lui que ya venía jugado. Tercero corría Paiján y el resto ya no contaba. Los últimos 350 metros confirmaron lo que se presagiaba en la curva: Mar Negro se había aleonado y ya era inalcanzable. De nada sirvieron los palos que le bajó Víctor Fernández al tordillo Georgui Lui, la meta estaba encima y Mar Negro no aflojaba. Y tan es cierto que nunca aflojó Mar Negro, que cruzó la meta con casi tres claros cuerpos a su favor.

De esta manera, Mar Negro obtiene su primer triunfo clásico y le da un merecido premio a su preparador Eduardo Pianezzi, quien valgan verdades, está librando una notable campaña en lo que va del año. Como dijimos líneas arriba, ha sabido tomarle el tiempo a este Mar Negro y los resultados hablan por sí solos. Hoy Mar Negro se tumbó al imbatible Georgui Lui y lo hizo corriendo fuerte, a destajo y a la descubierta.

Georgui Lui cayó reclamando una revancha. Se complicó más de la cuenta en la subida y ello le pasó factura al final. Pero también es cierto que esta vez Georgui Lui no tuvo esa explosión y esa salida que luciera en otras tardes y que le valieron ser considerado con toda justicia como el mejor millero del hipódromo. Habrá que verlo en su próxima actuación, en donde tendrán que traerlo prendido desde el vamos.

Del resto, Paiján volvió a cumplir con su tercer puesto. Mukhtar no tuvo la reaparición que esperaban sus parciales y no mostró nada. Los demás llegaron en su sitio.

El tiempo fue de 1’39”1/5 para los 1600 metros en pista de arena.

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