Un resultado inesperado tuvo los 2200 metros del tradicional Clásico La Copa (Gr. 2), uno de los más postineros y de mayor riqueza histórica en el calendario clásico del turf peruano. Mientras todos en el hipódromo –me incluyo, por supuesto-, fuimos a ver una demostración cabal de la superioridad de Interoceánico, actual crack de las pistas en el coloso de Surco, lo que vimos en la arena no sólo nos tomó de sorpresa sino que a pesar de la victoria final de Interoceánico –por distanciamiento, pero triunfo al fin-, demás está decir que el título de las pistas de Monterrico ha quedado, al menos por ahora, en entredicho. Porque esta tarde, Spicer Boy salió, contra todo pronóstico, a jugársela el todo por el todo en la punta del lote, corriendo abiertamente contra su modalidad y aprovechando la notoria ausencia de ligeros. Mientras eso ocurría al frente, Trujillo se encargaba de seguir al pupilo del Discusión sin perderle pisada. Trujillo larga a Interoceánico en plena curva, pero el hijo de Privately Held, lejos de acabar con todo, se trenzó en una lucha inesperada ante un Spicer Boy decidido a vender cara su derrota. Luego vinieron los choques entre ambos caballos en plena recta final y la llegada de fotografía, con un Spicer Boy reaccionado con valentía pero cediendo ante el reclamo de Trujillo y el distanciamiento posterior. Hay mucho que comentar, por lo que vayamos por partes y cucharadas.
En lo previo, todo indicaba que la prueba sería un paseo de salud para el castaño Interoceánico. El pupilo del Gina-Santa Rosa estaba en el mejor momento de su campaña, lo había ganado todo y se enfrentaba a un rival como Spicer Boy al que se había cansado de adelantarlo en cuanta carrera se hubiesen enfrentado. antes Junto a ellos se arrimaba una tordilla como Cracovia, llegadora, con pulmón, que al menor descuido podría aprovecharse de un tren endemoniadamente favorable para su letal apropellada.
¿Qué sucedió ni bien se abrieron las celdas del partidor? Ante la sorpresa de las tribunas, Spicer Boy, con un Padilla inspiradísimo, salió resueltamente a tomar la punta y enseñar el camino a sus rivales. Trujillo se da cuenta de que Spicer Boy es el enemigo y decide no perderle pisada al americano hijo de Lemon Drop Kid. Aquí viene el primer cuestionamiento. ¿Hizo bien Trujillo en dejarse ganar el quien vive de la punta ante un caballo como Spicer Boy, notoriamente mucho más lento de salida que el campeón del Gina? Quizás la obligación de Trujillo, al tener al caballo más dúctil y favorito en controles debió haber sido la de tomar la punta y acabar corriendo la carrera como los buenos: mandando desde el vamos. No sucedió así y fue Padilla quien se le avivó a Trujillo, voltéandole inesperadamente la tortilla. Ahora era Trujillo quien corría jugado, ante la encrucijada de no dejar libre a Spicer Boy en la delantera y de no salir a buscarlo demasiado temprano como para que Cracovia pudiera aprovecharse de todo en la recta final. ¿Debió Trujillo apurar en el poste de los 1000? Estoy seguro de que se iba a encontrar con un Spicer Boy totalmente entero y dispuesto a no dejarse pisar el poncho. Ponerse a pelear con el alazán del Discusión hubiese sido suicida tanto para Spicer Boy como para Interoceánico. Porque en la recta final vendría la noble Cracovia y los encontraría listos para el horno. Es así que Trujillo decide esperar la curva, en la cual ahora sí larga con todo a Interoceánico. Pero Spicer Boy seguía entero, aleonado en la punta. La recta final es uno de esos finales cargados de drama y emoción, en los cuales Spicer Boy por dentro se defendía con uñas y dientes, mientras Interoceánico por fuera arreciaba en su ataque, ya igualando las posiciones del puntero pero sin poder desequilibrar la balanza a su favor. Faltando 250 metros, hay un momento en que Interoceánico logra dominar a Spicer Boy y sacarle media cabeza, pero Padilla le pide el esfuerzo al pupilo de Juan Manuel Umbert y el alazán responde, con guapeza. Regresa Spicer Boy y los últimos metros ya son un loquerío. Es ahí donde, para suerte de Interoceánico, se produce el choque entre ambos caballos, producto de la abertura de Spicer Boy. Decimos esto porque la meta los sorprende con apenas una nariz de ventaja a favor de Spicer Boy sobre Interocéanico. Al regresar, Trujillo presenta reclamo que finalmente los Comisarios avalan y proceden al distanciamiento.
¿Qué podemos decir luego de este interesantísimo Clásico La Copa? Varias cosas, por supuesto. Comencemos por lo más importante: hoy Interoceánico no estuvo en su tarde. A este lote ya le había ganado fácil y estaba en la obligación de repetir un triunfo cómodo que lo pudiese catapultar como candidato de fuerza al Gran Premio Hipódromo Chile (Gr. 1) si el viaje se hubiese concretado. Pero hoy vimos a un Interoceánico lejos de su nivel acostumbrado, totalmente apremiado por un Spicer Boy que le faltó al respeto más de lo esperado y que incluso lo terminó ganando. Si no fuera porque Spicer Boy chocó a Interoceánico en más de una oportunidad en la recta final, hoy estaríamos comentando el triunfo de Spicer Boy y la derrota de Interoceánico. O si queremos darle el beneficio de la duda, tal vez comentaríamos un triunfo apretado del pupilo de Víctor Espinoza, pero muy lejos de lo esperado por sus parciales. Sin embargo, carreras son carreras y los reglamentos están hechos para cumplirse. Sea como sea, hoy ganó Interoceánico y eso es lo que registrará la historia y las estadísticas para todos los efectos. Aunque, como dijimos líneas arriba, ya no es tan indiscutiblemente claro quién es el mejor caballo fondero de la arena hoy por hoy. Habrá que ver la próxima actuación de Interoceánico para salir de dudas.
El que obviamente hizo un carrerón fue Spicer Boy. Hoy la acertaron de pleno en su tienda al traerlo corriendo en punta. El hijo de Lemon Drop Kid se aleonó en el comando, se defendió con uñas y dientes en la recta final, volvió con clase cuando ya parecía batido e incluso le volteó el pastel al favorito. Lástima que lo chocara y que procedieran a distanciarlo. Pero la clarinada de alerta ya fue escuchada. Mucho cuidado con este alazán cuando vuelva a medirse con los mismos. Está pidiendo a gritos una revancha.
Cracovia hizo lo que pudo, cumpliendo con su tercer puesto. Si Interocéanico y Spicer Boy se trenzaban en una lucha sin cuartel a partir de los 1000 metros, ahora bien podríamos estar comentando la atropellada victoriosa de Cracovia. Su tercer puesto, algo alejada, no la saca de escena mi mucho menos. Con las de su género será bravísima.
El tiempo fue de 2’19”4/5 para los 2200 metros en pista de arena