domingo, 22 de enero de 2012
AL QASR LE GANÓ A ALMUDENA EN EL CLÁSICO ENRIQUE MEIGGS
Qué tal carrerón el que vimos este domingo en el Clásico Enrique Meiggs (Gr. 3), prueba clasificatoria para el Latinoamericano a correrse en el Hipódromo de Palermo el próximo marzo. A la altura del poste de los 800 metros, yo no daba un centavo por el favorito Al Qasr. El castaño del Soribel venía apurado, muy buscado por Víctor Fernández, siempre detrás de Bradock que lo traía controlado. Al entrar al derecho, cuando Bradock no tiene patas para definir y la que se mete por el medio es Almudena con cara de ganadora total, la suerte de Al Qasr parecía irremediablemente echada. Pero es en los últimos 250 metros que Al Qasr saca a relucir lo mejor que puede tener un caballo de carrera: clase. Y es con esa clase que Al Qasr pudo revertir un resultado que se le pintaba adverso, darle caza a una Almudena que se traía la carrera y definir como los buenos un clásico para el recuerdo.
Solamente había cuatro caballos en la partida pero sobraba calidad en los participantes. El favoritismo acompañaba a Al Qasr, que se había ungido con el título de las pistas gracias a su seguidilla de victorias en los Clásicos Independencia (Gr. 2), Asociación de Propietarios de Caballos de Carrera del Perú (Gr. 3) y Mariano Ignacio Prado (Gr. 3). En tales carreras, valgan verdades, no le había ganado a nadie. Pero ahora tenía al frente al último ganador del Latinoamericano. Bradock, el tordillo campeón del Myrna, llegaba especialmente alistado a la prueba. Y a su lado estaba la yegua Almudena, dueña absoluta del pasto y que iba –al igual que Bradock- a la arena a buscar la clasificación al Latino. Repasemos qué sucedió en la pista.
Todos sabíamos que Peyback Manning iba a ser el puntero. Pero lo que no estaba en los cálculos previos era que Al Qasr saldría con intención, a buscar la punta en los primeros metros. Ello obligó a Bradock a venir más cerca de lo previsto. Cuando Peyback Manning finalmente consigue la punta, ya tenía a Bradock encima, de la mano con Al Qasr. De esta manera pasan por primera vez frente a la meta, con Peyback Manning comandando el lote seguido de Bradock y este último seguido de Al Qasr, prendido. Cuarta, alejada, venía Almudena. En la recta del frente, la fila india se mantiene. Al girar la curva, el que tenía mejor cara era Bradock. Porque tal como dijimos al inicio, Al Qasr venía ya buscado por Víctor Fernández, que le mostraba la huasca pero el hijo de Aptitude no salía de su ritmo. Y la que se acercaba peligrosamente era Almudena. Desembocan a la recta y teníamos el siguiente panorama: Peyback Manning ya estaba liquidado, pegado a los palos. Por una segunda línea entraba a tallar Almudena. Mucho más abierto, Bradock que no respondía a los requerimientos de Trujillo. Y más abierto aún, Al Qasr que parecía totalmente perdido. Faltando 350 metros, parecía que bandeaba Almudena. Pero es ahí donde Al Qasr finalmente cambia la mano y vuelve a ponerse a tiro. Los últimos 250 metros son de infarto: Al Qasr por fuera, dominando, y Almudena por dentro, defendiéndose como una leona. Faltando 100 metros, Al Qasr logra sacarle un pescuezo de ventaja a la yegua, que nunca se rinde. Y es con ese pescuezo largo de ventaja con el que Al Qasr cruza la meta, clasificándose como el primer representante de la hípica peruano para el Latino de marzo.
Hoy Al Qasr tuvo que echar el resto para ganar. Esta vez no enfrentaba a rivales como Blue Boy, Day of Celebration o el mismo Spicer Boy. Hoy sí había calidad en sus oponentes y Al Qasr logró una victoria de mérito, labrada a base de esfuerzo, coraje y clase. Tenía todas las de perder en la curva, ya estaba buscado y no podía acercarse, Bradock lo traía totalmente controlado. Pero fue en la recta que todos vimos al caballo que queríamos ver: guapo, valiente, ganador. Tenemos un representante de lujo para los 2100 metros del Latino que se correrá en Palermo. Ojalá se mantenga sano y llegue diez puntos a Buenos Aires. Gran labor de su preparador Félix Banda, que parece estar hecho para este tipo de carreras.
Almudena cayó batida en su ley, dando guerra hasta el final. No cabe duda de que estamos frente a la mejor yegua del hipódromo, que se maneja muy bien en las dos pistas y que respira la distancia. Estuvo a un paso de quemarle la película al favorito y reclama revancha a gritos.
Del resto, Bradock nos dejó un sabor amargo. Tuvo todo a su favor pero se quedó sin remate. Tiene la disculpa de la reaparición y de que la pista de arena no es su fuerte. Al final llegó desentendido de los que definieron.
El tiempo fue de 2’07”2/5 para los 2000 metros en la pista de arena.
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