sábado, 18 de diciembre de 2010

GEORGUI LUI SE DIO UN BANQUETE EN LOS 1700 METROS DEL CLÁSICO JOSÉ RODRÍGUEZ RAZZETO (Gr. 3)


Qué Koko Mambo ni qué ocho cuartos. Si alguien tenía alguna duda sobre el real poderío de Georgui Lui en la media distancia, hoy el tordillo del stud Los Pandy’s se encargó de demostrar quién es el que manda en la milla en Monterrico. Porque fueron más de siete cuerpos de diferencia los que estiró el hijo de Whywhywhy, en un accionar solvente y demoledor, sin pedirle permiso a nadie. Porque hoy Georgui Lui, fiel a esa ductilidad envidiable que exhibe en cada una de sus presentaciones públicas, estuvo en la quemada desde el vamos, sin importarle tener al frente nada menos que al Caballo del Año por la temporada 2009-2010. Si bien puede decirse que Paso Firme (compañero de corral de Georgui Lui) salió a complicar el accionar de Koko Mambo –puntero neto-, lo cierto es que hoy al pupilo de Roberto Salas no lo ganaba nadie. Y ya son seis clásicos al hilo los que se mete al bolsillo este Georgui Lui.

La carrera había generado una expectativa fuera de lo común. No sólo reaparecía Koko Mambo, Derbywinner de su generación y candidato de fuerza a pelear las principales carreras de aliento en Monterrico, sino que el hijo de Apprentice lo hacía especialmente alistado para esta prueba. El pupilo del San Pablo tenía, en el papel, el manejo de la carrera a su favor. Y para colocar la cereza sobre el helado, Carlos Trujillo, todo un especialista en correr a caballos punteros, había preferido apilarse sobre Koko Mambo, dejando de la lado a Georgui Lui cuya tienda tuvo que buscar los servicios de Víctor Fernández.

Pero Georgui Lui también tenía lo suyo, por supuesto que sí. Consolidado indiscutiblemente como el mejor millero de Monterrico, el tordillo de Los Pandy’s venía de anotarse cinco triunfos clásicos consecutivos, mostrando una potencia definidora fuera de lo común, pero lo más importante, un manejo asombroso ante los requerimientos de su jinete. Como si fuera un automóvil, el americano podía correr donde le diese la gana a su piloto, ya sea en punta, colocado segundo o tercero o a medio lote. Dueño de una aceleración y una salida explosiva que respondía con creces cada vez que era requerido, Georgui Lui se había hecho respetar y aparecía como imbatible ante sus rivales de siempre. Cierto que en su última le había costado más de la cuenta ganarle a un Secreto de Estado que se atrevió a presentarle una batalla heroica hasta el final. Sin embargo, Georgui Lui era el relojito suizo que no iba a fallar, y que iba a medir los puntos que calzaba Koko Mambo en su reaparición.

Personalmente pensábamos que Koko Mambo tenía la punta a su disposición. Ligero como es, todos recordábamos su extraordinario triunfo en el Ortiz corriendo fuerte desde el vamos, o su último triunfo en el Ernesto Ayulo Pardo, también de punta a punta. Teníamos la impresión de que Koko Mambo podía tomar la punta, falsearle el tren a Georgui Lui y escapársele en el momento justo para ligerearlo al final. Pero nada de eso sucedió. Vino Georgui Lui, con el simple pero contundente argumento de su superioridad manifiesta y acabó con todo. Vayamos a la carrera misma.

Al darse la partida, comenzaron las primeras sorpresas. Contra lo que podía esperarse, no fue Koko Mambo el encargado de enseñar el camino desde el vamos. Por el contrario, Víctor Fernández salió buscando a fondo a Georgui Lui para que Koko Mambo no pudiera tener una punta tranquila. Mientras tanto, Paso Firme (pareja de Georgui Lui), era llevado por su jinete a buscar el comando del lote, en evidente misión de sacrificio. Al llegar al poste de los 1200 metros, Paso Firme ha dominado las acciones pegado a la baranda, seguido a medio cuerpo por Koko Mambo y tercero, encima, Georgui Lui. Rajman venía botado. Ya en el poste de los 1000 metros, las cosas se han aclarado. En perfecta fila india, Paso Firme corría adelante, seguido a cuerpo y medio por Koko Mambo. A cuerpo y medio, tercero, lo hacía Georgui Lui. Y último alejado Rajman. Las fuerzas de Paso Firme duran hasta el momento de girar la curva, en la que tanto Trujillo como Fernández apuran a sus respectivas cabalgaduras. Es en plena curva que todo el hipódromo se da cuenta de que Georgui Lui venía prácticamente en el aire, pasando a la punta sin ninguna dificultad, mientras que Koko Mambo ya venía totalmente jugado, buscado a muerte por Trujillo. Así desembocan al derecho, con un Georgui Lui pletórico y hambriento de gloria, con tres cuerpos de ventaja sobre un Koko Mambo que ya no era capaz. Del fondo, Rajman comenzaba a avanzar, tímidamente. En los últimos 400 metros, ya todo estaba decidido y más bien, comenzó el espectáculo. Georgui Lui, con la carrera completamente definida, comenzó a sacar cuerpos y más cuerpos, gritándoles a todos los presentes quién era el mandamás en el medio fondo. Koko Mambo, pegado a la baranda y muy agotado ya, es incapaz de resistir el avance de Rajman que pasaba resueltamente al segundo lugar. Adelante ya no había nada que discutir. Georgui Lui siguió separándose, para cruzar el disco con casi ocho cuerpos de ventaja sobre Rajman. Tercero, ya muy lejos, Koko Mambo.

¿Qué podemos decir luego de esta magnífica demostración de medios corredores de Georgui Lui? Pues que el hijo de Whywhywhy hoy por hoy no tiene rivales en la milla y se va a seguir cansando de ganar carreras. Monterrico ya le está quedando chico a este pensionista de Los Pandy’s. Muy bien podría pensarse en una eventual venta al exterior a buscar mejores horizontes a este caballo que, ad portas de cumplir cronológicamente los cuatro años, ha alcanzado la madurez y consolidación definitiva de un caballo bueno de verdad. Otra opción, dada la forma como viene ganando, sería intentar alargarlo a distancias mayores, Cierto que de potrillo no respondió a tamaña exigencia, pero ahora las cosas bien pueden ser diferentes. Incluso, no es descabellado pensar en una posible anotación en el Clásico Ciudad de Lima a correrse en enero, buscando, con todo el derecho del mundo, la clasificación al Latino que el próximo año se correrá en el Hipódromo de San Isidro, en Buenos Aires, Argentina.

De sus rivales, diremos que Rajman vino corriendo a las perdidas para finalmente recoger cadáveres y rescatar un placé que lo mantiene en el primer plano del medio fondo. El que sí corrió muy mal fue Koko Mambo. Lo vimos muy nervioso en el cánter, sobre todo al ser llevado al partidor. Aún así, su carrera de reaparición estuvo muy por debajo de lo esperado por todos. Y es que llegar a más de 17 cuerpos no es broma, mucho menos para un Derbywinner y Caballo del Año de la temporada anterior.

El tiempo fue de 1’46”2/5 para los 1700 metros en pista de arena.

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