No cabe duda de que Latvia se ha echado a correr en los tiros cortos de la pista de césped. Este sábado, la hija de Midnight Cognac se mostró muy superior a sus rivales de turno y ganó con total propiedad los 1000 metros del Clásico Aristeo. Tras dejar en el camino a Toruk, en los metros finales se despidió del lote para ganar por más de dos cuerpos y dejando muy claro quién es la que manda en la velocidad de la grama.
Tras quedarse sin correr la recta internacional del Félix de Alzaga Unzué en diciembre pasado, Latvia había reaparecido en los 1200 metros del Clásico Frau Astrid y tras hacer una punta sostenida pudo resistir la atropellada de Najran Dancer que le remató muy cerca. Ahora Latvia regresaba a la recta, corrían pocos caballos y si lograba superar las ligerezas iniciales de Toruk podría resolverlo todo. Finalmente, eso fue lo que sucedió en la pista.
Desde que se dio la partida, Latvia y Toruk se trenzaron en un duelo sin cuartel. Tanto así que a media recta, este cronista veía con posibilidades a El Patrón que venía corriendo cerca, encima. Sin embargo, faltando 400 metros, Latvia desengaña a Toruk y de ahí hasta la meta todo le perteneció a la pupila del stud Doña Licha. El Patrón avanzó en los finales para escoltarla, delante de Morfina y el puntero Toruk que tiró la toalla.
De esta manera, Latvia consigue su tercer triunfo clásico consecutivo y se mantiene invicta en la pista de césped. Fue muy bien llevada por Carlos Javier Herrera que ha empezado el año con el pie derecho y la presentó en la mejor de sus formas Arturo Morales.
El tiempo fue de 54”1/5 para los 1000 metros en pista de césped.
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