¿Cuántas veces habremos visto un final entre Akram y Gran Rebelde, turnándose ambos la victoria? Esta vez, en los 1300 metros del Clásico Antinoo (L), el triunfo le sonrió a Akram, que pegado a la baranda, sacó provecho del amaño que volvió a evidenciar Gran Rebelde, al abrirse en los últimos metros. Al igual que lo sucedido en los 1200 metros del Clásico Año Nuevo, tres meses atrás, la estrategia de Akram de no perder un metro y esperar la tendencia de Gran Rebelde de irse para afuera dio resultado. El zaino argentino que alista Félix Banda para el stud Soribel pilló en los últimos 100 metros al puntero Gran Rebelde y logró derrotarlo por un cuerpo.
Akram alterna unas de cal y otras de arena. Unas veces es un caballo bullidor, de atropellada corta pero efectiva, especialista en los tiros cortos con curva. Otras veces, vemos a un Akram totalmente despintado, sin chispa, perdido en la intrascendencia. Ahora lo hemos visto en su plenitud. Fue corrido a la expectativa por Víctor Fernández, quien siguió la receta al pie de la letra: no perder la baranda al entrar al derecho. A media recta parecía que no alcanzaba al puntero. Pero en la última cuadra su atropellada fue letal. Gran Rebelde se abrió y Akram no perdonó. Una nueva victoria para el hijo de Honour and Glory y a seguir sumando.
Gran Rebelde cayó en su ley, punteando, guerreando hasta el final, abriéndose en el derecho. Del resto, cabe mencionar que Mr. Jareb largó mal, pero aun así se recuperó para ocupar el tercer puesto, cierto que alejado. Lord Mateo estuvo solamente regular en su reaparición. Estuvo metido en la quemada hasta la curva, pero luego cedió posiciones y remató cuarto a más de seis cuerpos del ganador.
El tiempo fue de 1’18”1/5 para los 1300 metros en pista de arena.
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