La alazana Laudette, una hija de la recordada campeona St. Bernadette, continuó ascendiendo posiciones en el plano estelar de las yeguas y se anotó su primer triunfo jerárquico al derrotar a la favorita Saralicia en los 1900 metros del Clásico Mari July, corrido este sábado en la pista de césped del Hipódromo de Monterrico. Conducida con acierto por Carlos Trujillo, la yegua del Rancho Fátima no contó con un desarrollo aparente pero aun así tuvo la solvencia como para alcanzar y doblegar a la puntera Saralicia, que no pudo capitalizar a su favor el manejo de la carrera que tuvo a su disposición. Punta Cana arribó tercera delante de Ayrton Step que completó el marcador rentado.
Los progresos de Laudette eran evidentes. Llegaba a la carrera tras escoltar a Punta Cana en los 1800 metros del Clásico Madame Equis. Antes había conseguido su tercer triunfo en una condicional sobre 2000 metros. Y previamente, había llegado a menos de un cuerpo de Ahora Sí en el Clásico Santa Rosa de Lima. Con pocas carreras en el cuerpo y mejorando mucho de monta para esta oportunidad, había que verle opción de todas maneras. Pero en el papel llamaba más la atención lo que podía hacer Saralicia, connotada pastera que había reaparecido en gran forma completando sus condicionales y retornaba al campo clásico, en el cual registraba una campaña excepcional desarrollada durante la temporada anterior. Más aún si se tenía en cuenta que la mejor arma de Saralicia era la punta y en esta carrera la tenía a su disposición. En lo previo, para Saralicia todo parecía cuestión de tomar el comando, falsear el tren y escapar en el momento justo, como en sus mejores tardes. Esta vez, Laudette se lo impidió.
Como era de esperarse, la punta fue para Saralicia. Víctor Fernández hizo lo indicado con la hija de Maeto: la llevó al comando del lote y la yegua no tuvo ningún problema en enseñar el camino durante los primeros metros. Así pasaron por primera vez frente a la meta, con Saralicia adelante seguida de Nora Violeta delante de Lumagheta y Punta Cana. A esas alturas, Laudette corría quinta, pegada a la baranda. En la recta del frente, las yeguas corrían en perfecta fila india, con Saralicia punteando, delante de Nora Violeta, Lumagheta, Punta Cana y Laudette. Faltando 800 metros, Trujillo decide hacer correr a Laudette para que Saralicia no se le vuelva inalcanzable en el derecho. La alazana del Rancho Fátima responde y en plena curva ya estaba tercera, ganándole el quién vive a Punta Cana cuyo jinete esperaba la recta para hacer correr. Desembocan a tierra derecha y Laudette ya estaba segunda, a menos de dos cuerpos de Saralicia. Punta Cana recién era buscada por Padilla y se ponía tercera, pero lejos. En los últimos 250 metros, Saralicia intenta reducir la carrera a un final de ligerezas pero Laudette ya estaba encima y ante el rigor de Trujillo va descontando terreno en cada brazada. Faltando 150 metros, Laudette iguala y domina a una Saralicia que no peleó como en sus mejores tardes. La meta las sorprende con casi un cuerpo a favor de la hija de Laubali. Tercera, a tres cuerpos de la ganadora, remató Punta Cana.
De esta manera, Laudette dio un paso importante en su campaña y logró afianzarse en el primer lote de Monterrico, obteniendo su primer triunfo clásico. Su madre, St. Bernadette, fue una extraordinaria yegua del pasto, una hija de Berry’s Noble que se ganó el Gran Premio Nacional (Gr. 1) por todos los cuerpos del mundo. Tenía cómo salir buena pastera esta Laudette que si es bien llevada, como suele hacerlo el Rancho Fátima, se va a cansar de ganar carreras en la grama.
Saralicia quedó en deuda. No corrió mal y su placé no la saca de la escena, pero lo cierto es que lo tuvo todo a su favor y no pudo ante Laudette. Su siguiente presentación dará mayores luces. En lo que concierne a Punta Cana, a diferencia de Laudette, no pudo remontar el desarrollo adverso y llegó tercera, algo desentendida de las que definieron. Del resto, volvió a fallar Ahora Sí, que pareciera estar pidiendo a gritos un descanso.
El tiempo fue de 1’56”3/5 para los 1900 metros en pista de césped.
Los progresos de Laudette eran evidentes. Llegaba a la carrera tras escoltar a Punta Cana en los 1800 metros del Clásico Madame Equis. Antes había conseguido su tercer triunfo en una condicional sobre 2000 metros. Y previamente, había llegado a menos de un cuerpo de Ahora Sí en el Clásico Santa Rosa de Lima. Con pocas carreras en el cuerpo y mejorando mucho de monta para esta oportunidad, había que verle opción de todas maneras. Pero en el papel llamaba más la atención lo que podía hacer Saralicia, connotada pastera que había reaparecido en gran forma completando sus condicionales y retornaba al campo clásico, en el cual registraba una campaña excepcional desarrollada durante la temporada anterior. Más aún si se tenía en cuenta que la mejor arma de Saralicia era la punta y en esta carrera la tenía a su disposición. En lo previo, para Saralicia todo parecía cuestión de tomar el comando, falsear el tren y escapar en el momento justo, como en sus mejores tardes. Esta vez, Laudette se lo impidió.
Como era de esperarse, la punta fue para Saralicia. Víctor Fernández hizo lo indicado con la hija de Maeto: la llevó al comando del lote y la yegua no tuvo ningún problema en enseñar el camino durante los primeros metros. Así pasaron por primera vez frente a la meta, con Saralicia adelante seguida de Nora Violeta delante de Lumagheta y Punta Cana. A esas alturas, Laudette corría quinta, pegada a la baranda. En la recta del frente, las yeguas corrían en perfecta fila india, con Saralicia punteando, delante de Nora Violeta, Lumagheta, Punta Cana y Laudette. Faltando 800 metros, Trujillo decide hacer correr a Laudette para que Saralicia no se le vuelva inalcanzable en el derecho. La alazana del Rancho Fátima responde y en plena curva ya estaba tercera, ganándole el quién vive a Punta Cana cuyo jinete esperaba la recta para hacer correr. Desembocan a tierra derecha y Laudette ya estaba segunda, a menos de dos cuerpos de Saralicia. Punta Cana recién era buscada por Padilla y se ponía tercera, pero lejos. En los últimos 250 metros, Saralicia intenta reducir la carrera a un final de ligerezas pero Laudette ya estaba encima y ante el rigor de Trujillo va descontando terreno en cada brazada. Faltando 150 metros, Laudette iguala y domina a una Saralicia que no peleó como en sus mejores tardes. La meta las sorprende con casi un cuerpo a favor de la hija de Laubali. Tercera, a tres cuerpos de la ganadora, remató Punta Cana.
De esta manera, Laudette dio un paso importante en su campaña y logró afianzarse en el primer lote de Monterrico, obteniendo su primer triunfo clásico. Su madre, St. Bernadette, fue una extraordinaria yegua del pasto, una hija de Berry’s Noble que se ganó el Gran Premio Nacional (Gr. 1) por todos los cuerpos del mundo. Tenía cómo salir buena pastera esta Laudette que si es bien llevada, como suele hacerlo el Rancho Fátima, se va a cansar de ganar carreras en la grama.
Saralicia quedó en deuda. No corrió mal y su placé no la saca de la escena, pero lo cierto es que lo tuvo todo a su favor y no pudo ante Laudette. Su siguiente presentación dará mayores luces. En lo que concierne a Punta Cana, a diferencia de Laudette, no pudo remontar el desarrollo adverso y llegó tercera, algo desentendida de las que definieron. Del resto, volvió a fallar Ahora Sí, que pareciera estar pidiendo a gritos un descanso.
El tiempo fue de 1’56”3/5 para los 1900 metros en pista de césped.
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