domingo, 14 de noviembre de 2010

FAHED JR GANÓ EL DERBY NACIONAL CON UN EDWIN TALAVERANO QUE ESTUVO GIGANTE


Seamos justos y reconozcamos que si Fahed Jr. ganó el Derby Nacional fue porque tuvo a un gigante en sus lomos, un gigante que es peruano y que se llama Edwin Talaverano. Porque hoy Fahed Jr. no tuvo una carrera fácil ni nada que se le parezca. Hoy Fahed Jr. no ganó porque simplemente fue el mejor ni tuvo el remate esperado ni la potencia arrolladora que lució en el Ortiz. Puede decirse que hoy Fahed Jr. llegó con lo justo a la milla y media. Y que Private Affair, una potranca no ganadora, asustó más de la cuenta en los últimos 100 metros. Pero hoy Fahed Jr. tuvo a Edwin Talaverano arriba. Y eso, bastó para marcar la diferencia. Hoy Fahed Jr. pasó a la historia e inscribió su nombre en la lista de ganadores de la Cinta Azul, pero fue Edwin Talaverano quien se puso el caballo al hombro y se ganó un carrerón, con una conducción milimétrica y cerebral y unos finales de antología. No en vano le dicen maravilla a Talaverano en Argentina y porque algo lo trajo especialmente el Soribel para correr al hijo de Apprentice. Los resultados están a la vista.

No es broma cargar con la responsabilidad de ser el favorito en la prueba más importante del calendario hípico peruano. Cuántos caballos, siendo grandes favoritos y los mejores de su generación, no pudieron ganar el Derby: por citar algunos nombres, Tenaz y El Provinciano. Ni qué decir de los favoritos que perdieron por estricto factor desarrollo, el último caso que se me viene a la mente es Pechito. El favorito en el Derby es el caballo a ganar, el caballo sobre el cual están todos los reflectores puestos y al que no le van a poner fácil las cosas ni mucho menos. Para llevar al favorito a buen puerto, la responsabilidad entera recae en el jinete. Fahed Jr. venía de ganarle con propiedad a Infiernillo en los 2000 metros del Ricardo Ortiz de Zevallos (Gr. 1), y todo hacía indicar que en 400 metros más se sentiría mejor el pupilo del Soribel. Agreguémosle a ello el hecho de que su principal rival, justamente Infiernillo, había sufrido fiebre durante la semana y se voceaba incluso su retiro. No estaba en la partida Cruzada, la ganadora del Ayulo Pardo. Aparentemente, Fahed Jr. tenía la carrera a su disposición. Pero carreras son carreras y hay que correrlas para ganarlas. Más aún si estamos hablando del Derby Nacional. Y vaya que Fahed Jr. tuvo que sudarla para regresar airoso y ceñirse la preciada Cinta Azul en el recinto de vencedores. Honor al mérito al egresado del Gina-Santa Rosa porque es el mejor de la generación. Pero mucho de su triunfo se lo debe a Edwin Talaverano. Vayamos por parte y veamos por qué.

La punta fue para Zeus, que digámoslo de una buena vez, hizo un carrerón. El hijo de Book The Band, aprovechando que le tocó largar por los palos, salió decidido a enseñar el camino, seguido de Infiernillo y Midnight Express, muy abierto y que se sumaba al grupo de avanzada por fuera de todos. Más atrás venían Ricardinho con Tony Manero, mientras que Talaverano aquietaba a Fahed Jr. y lo traía sexto, tranquilo, pegado a la baranda. Así pasan por primera vez frente a la meta, ante el tradicional aplauso del público asistente, con Zeus llevándole medio cuerpo de ventaja a Infiernillo y tercero a cuerpo y medio lo hacía Midnight Express. A esas alturas Talaverano venía sexto con Fahed Jr., a unos siete cuerpos de los punteros. En la recta del frente, Infiernillo carga sobre Zeus pero Víctor Arredondo estaba decidido a no perder la punta ni la baranda con el pupilo del Aramis. Es así que al llegar al poste de los 1300 metros, tanto Zeus como Infiernillo corren en una línea, desgastándose los dos en plena subida. Tercero a dos cuerpos lo hacía Midnight Express y a cuatro largos corría Zorro Veloz. A cuerpo y medio Fahed Jr. y más atrás venían Ricardinho, Kinkina y Blue Boy. Al llegar al poste de los 1000, vuelve a quedar en la punta Zeus escapando cuerpo y medio sobre Infiernillo. Midngight Express seguía tercero, aunque ya aflojando y la que se metía por los palos, muy bien colocada por Rafael Fernández era nada menos que Kinkina. Fahed Jr. corría quinto, en una tercera o cuarta línea, delante de Zorro Veloz y Ricardinho. Del fondo, el que avanzaba peligrosamente era Blue Boy. Así giran la curva, con Zeus adelante sobre un Infiernillo que nuevamente buscado por Víctor Fernández volvía a la carga. Kinkina sorprendiendo a propios y extraños corría tercera por los palos y cuarto ya estaba Fahed Jr., con Talaverano esperando la recta para hacer correr. Desembocan al derecho y Zeus neutraliza el amago de Infiernillo, que no puede doblegar al puntero. Kinkina estaba tercera quemando sus últimas naves y era más bien Fahed Jr., demandado a fondo por Talaverano, que trabajosamente se iba arrimando, descontando terreno en cada brazada. Faltando 300 metros, Zeus desengaña por completo a Infiernillo y Fahed Jr. pasa resueltamente al segundo lugar. De atrás, atropellan Blue Boy –este último buscando el abrigo de los palos- y muy abierta, la potranca Private Affair. En los últimos 200 metros, Zeus –que ha cargado con todo el peso de la prueba- no puede resistir el avance de Fahed Jr. que faltando 150 metros domina al puntero. Sin embargo, lejos de liquidar en ese momento la carrera, Fahed Jr. no sale de su ritmo parejo y es más bien Private Affair, ante la energía de Juan José Enríquez, quien le pone sabor a la competencia y descuenta abierta. Los últimos 100 metros son un loquerío. Porque Talaverano, ducho en este tipo de finales, le pide el esfuerzo final a un Fahed Jr. que se caía a pedazos, mientras que Private Affair se comía la cancha por fuera. Hay un momento faltando 60 ó 50 metros, que parece que la pupila del Altamar va a igualar las posiciones de Fahed Jr. Pero Talaverano es Talaverano, y a fuerza de remar con ese estilo depurado que tiene el gran jinete peruano, logra mantenerle medio cuerpo de ventaja a la potranca, aunque es cierto también que la meta ya estaba encima. Tercero, a unos tres cuerpos remató Blue Boy que en la raya le arrebata esa posición a Zeus.

Una victoria milimétrica, a cuenta gotas, labrada con sudor y esfuerzo, fue la que obtuvo este Fahed Jr. Cualquier error humano por parte de su jinete bien pudo haberle costarle la carrera y en estos momentos estaríamos comentando la victoria de la potranca Private Affair. El gran mérito de Talaverano es haber corrido al favorito con la perfección propia de los maestros, sin cometer un solo desliz, a tal extremo que la victoria de Fahed Jr., justísima por donde se le mire, fue lograda con los dientes apretados, con susto si queremos, pero victoria al fin. Probablemente Fahed Jr. sea hoy el mejor de la generación y tiene bien merecido el Derby en el bolsillo, pero no podemos negar que no fue un paseo de salud ni mucho menos para el hijo de Apprentice.

Private Affair cayó batida con todos los honores. Sin ser ganadora aún, respiró la distancia y llegó apenas a medio cuerpo del ganador, comiéndose la pista en los metros de la definición. Ahora bien, no dice muy bien de la actual generación el hecho de que la segunda del Derby sea una potranca que aún no ha logrado salir de perdedores. Con todo, la hija de Privately Held ha corrido poco y cada carrera es mejor que la otra. Dejemos al tiempo dar su veredicto.

Blue Boy hizo una buena actuación llegando tercero, repitiendo su carrera del Ortiz y con todo el derecho a seguir progresando y consolidándose. Y el que sí merece el aplauso es Zeus. El hijo de Book The Band cargó con todo el peso de la prueba, hizo una punta sostenida, peleada y entró a la recta final totalmente enseñoreado, manteniendo a raya en todo momento nada menos que a Infiernillo y amenazando con venirse de un viaje en una carrera que hubiese sido apoteósica. El pupilo del Aramis sólo se rindió en los últimos 200 metros y aún así llegó a tres cuerpos del ganador. Realmente, un carrerón por donde se le mire.

Del resto, Infiernillo –pese a sus problemas de salud a mitad de semana- cumplió una destacada actuación, estando metida en la quemada desde el vamos y arribando quinto. Kinkina, muy bien corrida por Rafael Fernández, hizo un amago y estuvo animando hasta entrar al derecho. Los demás llegaron en su sitio.

El tiempo fue de 2’36”2/5 para los 2400 metros en pista de arena.

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