sábado, 10 de marzo de 2012
NO HUBO SUERTE EN BUENOS AIRES PARA LOS PERUANOS
Había un optimismo moderado sobre lo que podría ser la participación peruana en la disputa del XXVIII Gran Premio Latinoamericano de Jockey Clubs e Hipódromos (Gr. 1), en el Hipódromo Argentino de Palermo (Buenos Aires, Argentina). Llegábamos con lo mejor de la vidriera peruana: tanto Al Qasr como Almudena estaban dando la hora, mientras que Inolvidable parecía haber dejado atrás el problema de la fiebre que lo afectó ni bien llegó al país gaucho. Incluso el clima despejado de los últimos días en Buenos Aires y la pista dura de Palermo hacían pensar en que hoy Perú estaba para pelear la carrera.
Pero la hípica es la hípica y las desilusiones forman parte de ella. Hoy los caballos peruanos realizaron una actuación muy por debajo de lo esperado, pasando de puntillas por la arena palermitana.
Inolvidable no fue el puntero decidido y sólido que imaginábamos en lo previo: estuvo nervioso más de la cuenta al momento de ingresar al partidor, se acomodó segundo detrás del argentino Ibemán que corrió disparado adelante, y poco a poco Inolvidable fue perdiendo fuerzas. Al entrar al derecho ya era un cadáver y el parte oficial fue lapidario: el hijo de Quintillón llegó fuera de poste. Decididamente, al momento de la carrera acusó el problema febril que lo aquejó al arribar a Palermo y si bien parecía estar recuperado, lo cierto es que corrió dando ventajas que fueron notorias a la hora de la verdad.
Almudena tampoco la tuvo fácil. Corrió a las perdidas, entreverada en el pelotón de atrás, sin poder seguir el ritmo. Todo indica que a la descendiente de Silver Planet no le asentó la pista de Palermo que es dura como una tabla. En la recta final, Almudena no apareció nunca y cruzó la meta en el noveno puesto, a más de doce cuerpos de los caballos que definieron.
Y en lo que respecta a Al Qasr, si bien fue el representante peruano mejor colocado con su quinto puesto, su carrera merece una mención especial. El hijo de Aptitude venía corriendo último en las primeras distancias, y al igual que Almudena, le costaba seguir el tren. Nadie hacía a Al Qasr corriendo al fondo, no creemos que Víctor Fernández lo haya decidido así y la única explicación plausible es que el castaño del Soribel no se agarró a la pista de Palermo. En el derecho avanzó cuando todo estaba servido, sin mostrarse peligroso en ningún momento y llegando a siete cuerpos del que ganó.
Una lástima por la ilusión que se había generado en la tienda peruana, sabiendo que poníamos toda la carne en el asador. Qué le vamos a hacer, será para la próxima.
En cuanto a la carrera misma, esta consagró a un potrillo guerrero y corajudo como lo fue el chileno Quick Casablanca. Cuando parecía que el argentino Expressive Halo se cortaba victorioso y repetiría su triunfo anterior en el Pellegrini, Quick Casablanca se le opuso valientemente y atropellando por los palos –algo de por sí siempre meritorio- le quemó la película al local, pese a que este fue a buscarlo cuando su jinete vio que el chileno era el rival, muy tarde ya. Lo remarcable fue que Quick Casablanca, lejos de amedrentarse por la maniobra del jinete de Expressive Halo, se agigantó y sacó adelante un triunfo labrado en base a garra y clase. Y además, sirvió para darle el primer triunfo a Chile en esta carrera fuera de sus fronteras, algo que fue celebrado a lo grande por toda la delegación mapochina. Nuestras más sinceras felicitaciones.
Una consideración final: Argentina, primera potencia del turf sudamericano, ha organizado los dos últimos Latinos (San Isidro 2011 y Palermo 2012) y los caballos foráneos le han terminado pintando la cara a los locales. Increíble pero cierto: pese a su localía, Argentina no parece estar produciendo caballos del nivel que acostumbraba años atrás (o al menos, no los está presentando en los Latinos). Como para que se pongan a reflexionar.
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